sábado, 7 de enero de 2012

Saberes universales: YO, MI,ME CONMIGO



“NECESITO REFERENTES Y SOY BINARIA”

Realmente es un titular que tira para atrás, pero así soy. Y la experiencia que he tenido estos días  entrevistando a una mujer de 90 años, para “Heroínas de Berango”, un proyecto que tiene Dordoka de teatro popular, me lo ha confirmado. Josefina Mata, que así se llama, estuvo 1hora  hablando de su vida, y en ella iba desgranando sus curiosidad por todo lo que veía, su afán luchador, su miedo todavía a la guerra, solo de recordar aquellos años, su decisión de elegir  ella a quien iba a  ser su marido, su afán por tener dinero y trabajar… y en esa hora sentí como sus palabras me daban fuerza para luchar por mis ideales, me sentía identificada con su horror a la guerra, que para mí es una obsesión, la curiosidad que sentía por todo y que le llevó a poder ayudar a una mujer a dar a luz, sin saber , solo por haber observado como lo hacia el médico. La conversación me hacía sentirme bien, pero hubo una frase que repitió varias veces en el transcurso de la grabación, que  se me quedó: “Si mis palabras os sirven para algo, aquí están”.
Esta frase tenía un eco en mi  y sin darme cuenta me llevó cuando llegué a casa a seguir en mis pensamientos y reflexionar sobre la importancia de tener para las mujeres además de los masculinos, referentes femeninos de vida. Las mujeres no los  tenemos. ¿Por qué? Bueno eso lo sabemos todos porque esta sociedad es patriarcal y los referente mayoritarios son de hombre.
Yo, como muchas, he tenido referentes masculinos que como Josefina también han tenido eco en mí, pero curiosamente, lo que han hecho es promover mi admiración por ellos. Sin darnos cuenta los referentes masculinos a las mujeres no nos hacen creer que podamos hacer lo que ellos han hecho. A mí me llevó, hace 10 años, a creer que dirigir una obra de teatro, lo tenía que hacer mi compañero aunque la hubiera escrito yo y en mi cabeza estaba la puesta en escena. Me llevaba a que los protagonistas de mis obras siempre fueran hombres… ¿Por qué? ¿Lo elegía? No. Todo esto es muy sutil. Ahora os lo muestro reflexionado, después de darme cuenta con el paso de los años, con las riñas con mi pareja porque no hacía, lo que en el fondo yo quería hacer, pero al mismo tiempo, no sabía porque no lo hacía. Hasta que, un día, mi amiga, me hizo una pregunta muy simple: “Si lo tienes tan claro, porque tú lo has escrito ¿Por qué no la diriges tú?” Obvio ¿verdad? Pues yo ni me lo había planteado. Siempre había visto como referentes más directores hombres que mujeres dirigiendo, sin darme cuenta, me había limitado yo misma y estaba “jodiendo” por mi inconsciencia a un director, que no le interesaba por donde yo proponía y que era normal ya que las puestas en escena son muy personales. Desde ese día,  “de la simple pregunta”, me di permiso para dirigir. Y lo hago sin problemas, bueno, los de la propia creación como cualquier director.
 Si yo hubiera visto dirigir a mujeres como parte de mi cotidianeidad, hubiera oído hablar de sus creaciones esto que os cuento no hubiera pasado. Ahora me fijo mucho en las mujeres tanto las que tienen estudios y teorías complicadas, cómo las que tienen lecciones de vida y no saben ni escribir como Josefina, porque ambas me ayudan  con su experiencia de vida a seguir sin miedo y a no ponerme limites en mis acciones. También sigo a los directores porque también me enseñan  su seguridad en los proyectos que deciden. En fin que la unión de los referentes masculinos y femeninos es lo que más me está sirviendo en mi camino del teatro.
Durante la entrevista a Josefina, ella repetía que no sabía leer y que su marido le había enseñado los números y también insistía en la curiosidad por saber de todo. Yo le pregunté varias veces, que le hubiera gustado ser si hubiera podido estudiar, y no me contestaba. Al final cuando terminó la entrevista y ya nos íbamos, se lo volví a preguntar, y entonces me miró a los ojos y me dijo: “No sé. Yo estoy bien con lo que he hecho.”
 En esa respuesta, solo en eso, vi también, como ella al igual que a mí le había llegado el pensamiento castrante. Su condición social,  sirvió en una familia desde los 7 años, nunca le dejo un margen para soñarse estudiando una carrera, aunque ella nos decía lo lista e independiente que era y como no consintió que le emparejaran con un hombre que ella no había elegido. Pero Josefina no se soñó estudiando, porque sus referentes de mujer en esos años 50 eran lo que ella hizo: servir, trabajar y casarse.
Lo de Binaria, lo dejo para el próximo: Yo mi me conmigo.
 Me agota ser consciente de tantas cosas.
ARANTXA 



2 comentarios:

Urtzi dijo...

Que bien que sea yo el primero que escrive un comentario jajaja!! Me imagino que será dificil buscar referentes y no encontrarlos, pero es bonito pensar también que se pueden establecer nuevos referentes sin copiar los que ya están, sin cometer los mismos errores, abriendo nuevos horizontes sin limitaciones y con futuro!!!!

Grildin dijo...

Zorionak por el proyecto!...me han entrado ganas de escuchar a mi abuela de una forma nueva, tiene 92 años pero nunca cuenta nada sobre sus sentimientos ni emociones como mujer.... :)